sábado, 14 de febrero de 2015

Pregonero de las fiestas de San José en Mancha Real (Jaén)



Me complace anunciar que la Asociación SAN JOSÉ, impulsora de la falla (Hoguera) de Mancha Real, única fuera de Valencia y declarada de interés turístico, me ha confiado el inmenso honor de ser el pregonero de las fiestas de 2.015. El acto de lectura del pregón tendrá lugar en la Casa de la Cultura el próximo viernes 6 de marzo a las 21.00 horas.
El lema de la falla de este año es "El poder" y juega sutilmente con el poder de los dioses -la figura principal es un gigantesco Zeus- y el poder de nuestros políticos que están ampliamente representados igualmente junto con Pandora y su caja "de todos los males".
Participar en esta fiesta y con el título de pregonero, obviamente me llena de "orgullo y satisfacción" como diría alguien... pero también me carga con una responsabilidad a la que espero afrontar con esfuerzo pero también con el cariño hacia "mi" pueblo aunque, desgraciadamente, los avatares de la vida no me han permitido disfrutarlo como hubiera sido mi deseo.
Desde esta modesta ventana quiero avanzar ya una invitación a todos los que se acerquen navegando para que visiten Mancha Real con motivo de esta celebración pero también en cualquier otro momento ya que es un pueblo que puede colmar muchas de las aspiraciones del visitante.
Agradezco muy sinceramente a la Asociación el haber pensado en mi para esta labor y espero responder a la misma de la mejor manera que me sea posible.
Os espero a todos/as. No faltéis.

Augurios eurochavistas



Existe la convicción, dicen, que el prefijo euro tiende a gafar aquellas acciones que se emprenden en su nombre. No existe el más mínimo soporte real que pueda atestiguar semejante afirmación pero si echamos la vista atrás encontramos algunos detalles que podrían sorprendernos. Allá por los setenta creció el llamado eurocomunismo en los partidos del gremio en Italia, España  y ¡¡Rumanía!! para impulsar otros modos de lucha. Algunos años después pude comprobar personalmente en un viaje por el país, meses antes de su ejecución, que el régimen de Ceaucescu no ofrecía a sus súbditos la más mínima calidad de vida. Tampoco los partidos comunistas europeos han tenido después grandes éxitos a sus espaldas.

Si nos centramos en nuestro país, hace varias décadas se trató de instalar EuroDisney en tierras catalanas. Líos sindicales y economías de montaña rusa enloquecida dieron al traste con la idea. Más cerca en el tiempo hemos visto deshacerse el imperio EuroVegas cerca de Madrid.  Decididamente anteponer “euro” a una empresa, idea o proyecto parece ser la mejor manera de hacerlo naufragar.

Hace apenas días, un alto cargo del gobierno venezolano se jactaba de que las ideas chavistas han prendido en Grecia y próximamente lo harán en España.  En resumen, que se planea un Eurochavismo en el que podremos –con “r”- resarcirnos de las golferías corruptas que han ensuciado nuestra democracia.  Los cantos de sirena, Ulises dixit, suelen ser espejismos que nos cuentan lo que ansiamos escuchar. Luego sucede como en Grecia: bolsas cayendo e inversores a la fuga. Prometer, quitarse la corbata o dejarse crecer el pelo no son marcadores de bonanza económica ni social.

Ante promesas que nos inflaman pero que tienen escaso margen de verosimilitud podemos caer en trampas de difícil resolución. Deberíamos tener los pies en la tierra. Nos hemos ganado a pulso un sistema, una forma de vida, un futuro que no merece estallar ante nuestras narices por meras elucubraciones eurochavistas. Todavía podemos votar sin las gafas de las promesas fáciles impidiéndonos vislumbrar el porvenir real. Esperemos que el prefijo euro siga haciendo honor a su fama.