jueves, 26 de diciembre de 2024

Mirando al futuro...



Ese “interregno” por el que deambulamos entre la Navidad y el Año Nuevo es tiempo de reflexión, de miradas estereoscópicas hacia atrás y hacia adelante. Momentos en que haces balance entre efluvios de alcoholes 0,0, mantecados, chocolates y otras perversiones gastronómicas y culinarias prohibidas el resto del año. Y en ese instante en que la luz de un futuro cercano y el resplandor de lo vivido te asaltan y te deslumbran te percatas que ahora tienes una nueva posibilidad de “tirar p´alante” -expresión de moda ahora en cenáculos políticos ajenos al espíritu navideño-.

Y esa posibilidad tiene un corazón pequeño que te late muy cerca cuando la abrazas; unos ojos con ansia de descubrir en los que te reflejas con arrobo; unas manos que se lanzan a por ti… y tantas otros “añadidos” que la literatura queda anonadada e incapaz de describirlos con un mínimo de claridad.
También tiene nombre: Siena, con reminiscencias históricas y viajeras, nacidas al aire de escapadas compartidas.
El futuro ha empezado ya y no hace falta llegar al 1 de enero. Tenemos la brújula encendida y los mapas -virtuales- sobre la mesa. Sea lo que sea lo que nos tenga preparado el calendario, la divina providencia o el azar del movimiento celeste, sabemos que estarás ahí, Siena, al acecho para regalarnos una de esas sonrisas tuyas que nos desbaratan las neuronas y cualquier otro órgano que se ponga a tiro. Sí. Hoy es un buen día para mirar juntos por la ventana y soñar…

Música Góspel en Navidad.

 Cuando Gospel también significa Navidad.


Dice la tradición, o al menos eso creemos, que la música Gospel es indisociable de lo que llamamos “voces negras” en relación a sus intérpretes más habituales. Obviamente es la imagen que asociamos a este tipo de manifestación artística, pero sería de muy estrecha altura de miras dejarnos llevar por ese tópico que, por supuesto, no es real en absoluto. Y para muestra un botón: el escenario del Teatro Darymelia se llenó, literalmente, con las magníficas voces del “Gospel Sounds Granada” acompañados por la Banda Sinfónica “Ciudad de Jaén”, dirigidos ambos, coro y banda, por Toni Villanueva.
Ya con los primeros acordes el público, que abarrotaba el aforo del teatro, vibró con las voces tanto solistas como del coro y acompañó con palmas el ritmo contagioso de las canciones incluso poniéndose en pie en algunas de ellas.
Por algunos instantes se diría que la música nos trasladó a una de las capillas neoyorkinas en las que es habitual escuchar gospel tanto en sus misas como en actuaciones de tipo más turístico. Manhattan, el Downtown de Brooklyn o Harlem se vislumbraron en el Darymelia transformado por un mágico momento en la Times Square Church, el Brooklyn Tabernacle, la Mount Neboh Baptist Church o la Bethel Gospel Assembly por nombrar solo algunos de esos templos de visita obligada cuando se llega a NY.
Además, con solo entornar los ojos, podíamos estar paseando por Central Park una mañana de domingo y escuchar en un rincón el Adult Praise Choir o cualquier otro grupo gospel. O, tal vez, reencontrarnos fuera de la pantalla a Whoopi Goldberg como una Deloris Van Cartier que nos encandile con el “I Will follow Him” de “Sister Act”.
La música gospel, como bien indicó Toni Villanueva, el director, sobrepasa lo meramente religioso para dejarnos frente a ese sentimiento de hermanad, de familia, de enternecedora amistad que, aun más en Navidad, nos permite gozar juntos de ese espíritu que la música enciende y el corazón aplaude.
Este “A Gospel Christmas Celebration” que llenó el Darymelia en sus dos funciones, terminó con un “Oh happy day” que representó realmente lo que el público sintió y disfrutó durante la representación.

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Una gran noche con RAPHAEL para los niños de PÍDEME LA LUNA.

 Una gran noche con Raphael para los niños de Pídeme la Luna. Mi pequeña crónica en DIARIO JAÉN.

El Teatro Infanta Leonor acogió ayer una gran noche. Y, además, en todos los sentidos. El título corresponde a una de las canciones de nuestro paisano Raphael y podemos extenderlo a esa sensación de deber cumplido cuando la Asociación “Pídeme la Luna” se involucra en un gran concierto tributo al cantante linarense que lleva la música a niveles estratosféricos. Nada mejor que unir la Luna con su música y, en especial, con la mirada, la voz y la presencia de unos niños que necesitan asomarse a la realidad cotidiana con la misma ilusión y alegría que todos sus compañeros y compañeras. Una gran noche, sin duda, fue la que nos ofreció, en beneficio de la asociación, la Gran Orquesta de Música Ligera de Linares interpretando los grandes éxitos de Raphael.
Y esa noche fue, además, un regalo en tanto en cuanto se dedicó a poder cumplir los deseos, ilusiones y sueños de los niños que acoge “Pídeme la Luna”, pacientes de la unidad de Onco-hematología del Hospital Infantil de Jaén. Cuando una representación de ellos subió al escenario al inicio del concierto se encontraron con el teatro prácticamente lleno aplaudiéndoles y ya al finalizar, cuando sonaban los acordes de la última canción, volvieron a subir y, en ese momento, la timidez dejó paso a la alegría y al “baile” entonando la despedida con una letra que resumía la acción de Pídeme la Luna: “Maravilloso corazón, maravilloso. No dejes nunca de soñar, yo te lo pido, ni dejes nunca de sentir las emociones. Maravilloso corazón, maravilloso, yo te agradezco tu amistad, tu compañía, por ser mi amigo en el dolor. Soy tan feliz cuando siento tus latidos. Quiero decirte que, sin ti, no sé qué haría”.
La asociación lleva como lema que la sonrisa de un niño es la mayor recompensa y se esfuerzan en alcanzar los deseos de los niños ingresados en el Hospital para que ese tiempo, que en ocasiones es muy largo, no les deje sin poder disfrutar de esos deseos, pequeños a veces, intensos en otras ocasiones, pero que conforman sus sueños y que, por tanto, no tengan necesidad de olvidarlos a pesar de su enfermedad. Llevan trabajando desde 2012 cuando una enfermera de esa unidad de Onco-hematología Pediátrica, Marisol Escribano, se dio cuenta de la importancia de mantener un apoyo a los niños allí ingresados para hacerles más fácil el tiempo de hospitalización y “cumplir sus sueños” como siempre proclama. Tal es el ímpetu de la iniciativa que ya se ha extendido al Hospital Virgen de las Nieves de Granada y también al Hospital La Fe de Valencia.
En múltiples ocasiones la asociación ha recibido menciones y galardones por sus actividades. La Sociedad Andaluza de Cancerología premió su proyecto “SOÑAR DESPIERTOS”; Nuestro Diario JAÉN les nombró Jiennenses del año en Valores Humanos; les distinguió la Orden de Caballeros Ballesteros de la Santa Vera Cruz del Rey Fernando III; La Junta de Andalucía en varias ocasiones les ha reconocido su labor como en “Familias con Coraje” o entregándoles la Bandera de Andalucía a los Valores Humanos y, por no hacer muy extenso el listado, el año pasado la Subdelegación del Gobierno les otorgó el Premio Constitución.
El nexo de unión entre sus actividades y el concierto celebrado ayer es el apadrinamiento de Raphael a la Asociación desde 2017.
Suenan aun los aplausos que generó la interpretación de más de treinta canciones originales del linarense en el escenario del Infanta Leonor. La Gran Orquesta de Música Ligera desgranó con fuerza, amenidad y ciertos toques de humor el repertorio del gran Raphael. Se da la circunstancia que con este concierto se da por finalizada la gira con el espectáculo “La Gran noche” que ha girado por España con gran éxito siguiendo otras propuestas como la música de México o canciones de los grandes musicales como Grease o El Fantasma de la Ópera sin olvidar sus conciertos navideños. La orquesta comenzó su andadura en 1981 de la mano de Mariano Luna, si director durante varios años y desde entonces recorre nuestra geografía con gran éxito como el obtenido en el Infanta Leonor con todo el público coreando, en este caso, las canciones más conocidas de Raphael.
La directiva de la asociación agradeció la cesión de teatro y todas las facilidades obtenidas por parte del Ayuntamiento y de la concejalía de Cultura, además de la colaboración de la Orquesta. Todo, afirmaron una y otra vez, en aras de la consecución de los sueños infantiles tal y como se indicó en un emotivo video con el que comenzó la velada.
Quizá otra letra coreada por todos nos da la pista final del objetivo a conseguir: “Que tengo el corazón en carne viva, que estoy sin vida. Haz amigo el favor de llevarme muy lejos de aquí. Haz amigo el favor, acompáñame a caminar por lugares lejanos y nuevos… Que tengo el corazón en carne viva…”
Y los niños y las niñas están ya más cerca de conseguir sus sueños, de sentir su corazón latir de alegría, de saber mirar hacia el futuro.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

MARTIRIOS DOMÉSTICOS. Una exposición con Inteligencia Artificial en Salala Paca.

 Mi pequeña crónica, publicada en DIARIO JAÉN, sobre la exposición que se presenta en Salala Paca.

Martirios domésticos: Una IA interactiva.



¿Es la Inteligencia Artificial un peligro para el arte, para la cultura, para la inteligencia HUMANA? Preguntas estas, sin duda, que abren, o inciden, en ese universo que se nos antoja proceloso y oscuro y ante el que no siempre tenemos los instrumentos adecuados para su comprensión, uso y ¿disfrute?
Las posturas, como en todos los casos en que nos “invade” algo distinto, novedoso, que nos descoloca en todos y cada uno de nuestros establecidos y rígidos cánones, son distintas, divergentes, enfrentadas y, en el mejor de los casos, simplemente opuestas.
Es obvia la desconfianza que genera un método que puede sobrepasarnos e, incluso, suplantarnos. No obstante, su uso puede “domesticarse” y transformarse en herramienta útil en muy distintos campos siempre que nos pongamos de acuerdo en una serie de normas y directrices que permitan conjugar sus aportes con las directrices de quienes aplicamos esa “IA” en nuestras acciones y propuestas bien sean educativas, culturales o sociales.
Como colofón del ciclo EN FEMENINO organizado por el equipo de Salala Paca, la creadora, artista plástica y docente Esther Gámez Blánquez ha presentado la exposición interactiva “MARTIRIOS DOMÉSTICOS” en la que ofrece una serie de imágenes generadas por Inteligencia Artificial y en la que se invita a participar a través de una web diseñada al efecto a la que se accede con un QR allí disponible. Tanto público adulto como alumnos de distintos centros educativos han experimentado con las imágenes creando un “universo” irreal pero cercano en el que se plasman esas sensaciones que el lema de la exposición suscita en los participantes. El subtítulo de la propuesta, “Mujer, hogar y publicidad” ya nos impulsa a sumergirnos en los, a veces, difíciles roles desempeñados, impuestos o asumidos por las mujeres en ese tema que se les ha supuesto siempre como ligado a su propia naturaleza: el hogar, la casa y el cuidado de los hijos y marido.
Jugando tanto con las ideas previas, prejuicios, etc. como con lo que la propia experiencia puede sugerir, las imágenes presentadas por la artista y las generadas por el público muestran un horizonte que, a pesar de parecer onírico, inyecta en la mirada, conciencia y sentido de quien las observa e incluso de quien da las “instrucciones” al sistema, es absolutamente inquietante. Realidades paralelas por las que, sin embargo, podríamos pasear cotidianamente, se nos aparecen distorsionadas en parte, pero claramente identificables y ligadas a ese martirio a que hace referencia el título de la exposición.
Mujeres que luchan en una batalla de la que, en ocasiones, no son conscientes o asumen como inherente a su condición. Mujeres que, incluso en actitudes reconocibles, “posan” con un rictus subyacente que las hace víctimas a la vez que, se diría, son dueñas de una situación en la que las hemos incluido provocando su reacción y la nuestra.
Un recorrido por las obras expuestas genera cierta zozobra en tanto en cuanto reconocemos lo que vemos y sabemos que responde a nuestra instrucción a la IA pero, también, nos atemoriza descubrirnos tras el sistema como inductores que proyectan en la imagen sus propias inquietudes, sus “monstruos” hacia, por y para esas mujeres que nos miran a través de las pantallas o expuestas en la pared.
Esther Gámez nos permite estar de un lado y del otro. Ser espectador y artífice. Diseñador y corrector todo a un tiempo mientras alienta nuestro espíritu creador con el visionado de un documental con distintos spots publicitarios que nos retrotraen a imágenes que hoy nos escandalizan pero que han sido, y en muchas ocasiones siguen siendo, señal y guía del trato recibido por la mujer a lo largo de los años en cuanto a su relación con el hogar y su trabajo en el mismo. Un ameno y clarificador dialogo sobre esta recopilación publicitaria ha constituido una parte importante del acto de presentación de la propuesta en la que los asistentes han reconstituido y traído a la luz, a base de sus propios recuerdos, el panorama en el que vivieron las generaciones anteriores de mujeres incluso de sus propias familias.
Por una vez la IA parece jugar a nuestro favor como elemento creativo al que tenemos que inyectar datos y propuestas que solo responden a nuestra idea y no a la del sistema o, al menos, somos nosotros quienes lo manejan con ánimo creativo y sin vislumbrar ninguna de esas opciones “oscuras” que se tiende a adjudicarle.
Esther Gámez, profesora en la Escuela de Arte José Nogué, ha expuesto sus obras en múltiples galerías y centros culturales de Andalucía, Zaragoza y Madrid sin olvidar sus exposiciones en Jaén en el Archivo Histórico, la Diputación Provincial, el Castillo de Santa Catalina, el Museo de Bellas Artes, el Colegio de Arquitectos o salas como la de La General, Fausto Olivares o Malevaje.
Una vez más es de agradecer el esfuerzo del equipo de La Paca, comandado por Carmen Gámez , en ofrecer un amplio abanico de propuestas que completan el círculo de la cultura con el teatro, la pintura, el arte y distintas mesas de dialogo y encuentros con autores.

Un QUIJOTE "en negro"

 Hace unos días, en Diario JAEN, se publicó mi texto "Un QUIJOTE “en negro”. Y aprovechando el paso por la Salala de ese Quijote, di un repasillo por los Teatros negros que pululan por esos mundos y con los tomé contacto en Praga precisamente, la cuna de esa expresión artística. También lo disfruté con mis chavales jabalquinteños en esos viajes que tanto nos gustaban y que completaban la labor curricular de forma divertida y amena.

Os lo dejo;



UN QUIJOTE "EN NEGRO"
Los personajes, títeres, marionetas, que cobran vida frente al negro fondo de un escenario aportan ese toque de magia irredenta que, más allá de las manos o cuerpos que les insuflan latido y movimiento, nos dejan soñar, tal vez como niños que fuimos, con un mundo en el que todo es posible y en el que los mecanismos, más o menos ocultos o directamente visibles, forman parte de la ensoñación y lejos de arruinarla la reflotan para dejarnos navegar por ella.
Mi primer encuentro con el llamado “teatro negro” fue, precisamente, en una de sus cunas primigenias, en el Staré Mesto (la Ciudad Vieja) de una Praga recoleta en la que se nos apareció, calle Karlova, el DIVADLO THEATRE BLACK LIGHT TA FANTASTIKA. Y allí, la luz jugó sus cartas venciendo al negro o haciéndolo cómplice del esplendor de la historia imaginada. Difícil olvidar aquella representación a pesar de los años transcurridos.
Poco después, en una de esas locas aventuras en las que nos sumergimos los docentes para guiar a un grupo de adolescentes de hormona en ristre a través de las atracciones de Port Aventura tratando de olvidar, o complementar, las páginas curriculares, dimos con el Templo Mágico en la zona de China. De nuevo el negro. De nuevo la luz. Y en esta ocasión disfrazada de mar, de aire, de pájaros que te revolotean, gusanitos que huyen de los anteriores, peces que flotan al alcance de tu mano…
El teatro negro y sus propuestas de similar calado tienen, por añadidura, un lenguaje universal, la música, el ruido. Y así pueden disfrutarse allende fronteras y lenguajes. A pesar de que nace en la Europa central sus representaciones se han extendido mundialmente. Conocidas son, por ejemplo, la Kompanía Romanelli de Uruguay dirigida por Martín López Romanelli que no hace demasiado pasó por Madrid con “El truco de Olej”; Iru Teatro Negro con “El soldadito de plomo”; El Espejo negro, de Ángel Calvente, con 35 años de escenarios a sus espaldas y obras como “La vida de un piojo llamado Matías” o “El fantástico viaje de Jonás, el espermatozoide”; los aragoneses “Teatro de Medianoche” con “El pirata que quiso conquistar la Luna” o los “SeRes Uhmonos”; la compañía sevillana BlackonBlack, cuyos espectáculos están representados por personas sin empleo en peligro de exclusión social o las gentes de Cachiporra Teatro en una listado muy incompleto pero que da idea de la extensión de este tipo de propuestas.
Estos días, en la Salala Paca de nuestra capital, la compañía BAMBALINA TEATRE PRACTICABLE, nos ha regalado una propuesta que no es exactamente teatro negro pero que se le acerca ostentosa, agradable y exitosamente. En ese fondo de negrura teatral, solo “disimulado” por la luz de unas velas, nuestro personaje más universal, aquí despojado de título, apellido y otros tratamientos, pasa a ser sencillamente QUIJOTE.
No escuchamos sus palabras, o mejor, sí que nos llega su lenguaje, sus gritos, sus lamentos, pero con palabras cabalísticas, abstrusas, acaso tan oscuras como el paisaje por el que se mueve. Le vemos cabalgar, soñar, dormir, pelear, interaccionar con un Sancho que parece no comprender del todo lo que sucede a su alrededor mientras sus dos “valedores”, aquellos que hacen de “alma, corazón y vida” de los títeres, nos muestran sus caras con el gesto que la marioneta ofrecería si su rostro fuese maleable o se la cubren cuando la acción pasa a terrenos ensoñados o nos muestra una parte interior de los personajes. Y todo ello aderezado por la lucha de lo real con lo supuesto, de lo pensado con lo palpable, de lo irreal con lo cercanamente visible. Ese paso de molino de viento a paraguas agujereado, de Clavileño volador a jaula de galeotes, de Dulcinea hecha luz de Luna a lágrima suspirada en el lecho final, ese movimiento de pulsos de madera y sangre hace de la representación un continuo de inquieta zozobra aun conociendo de sobra el trasiego por el que los personajes avanzan en su inmortal legado.
Quizá ese recoleto espacio de la Salala Paca es el escenario ideal para, en la cercanía, inmiscuirnos de forma completa en el ir y venir del títere y, acaso, sentir que la varilla que lo impulsa nos mueve también dejándonos presos, como a él, en la locura de las caballerías, en el supremo vuelo del amor, en la aquiescencia de que lo imaginado es lo que brilla ante nosotros.
Leyendo en la documentación del espectáculo de Bambalina que la obra ha sido premiada “a todo lo largo y ancho de este mundo”, léase Rumanía, Cuba, Polonia, amén de circuitos más cercanos como el de Almagro y sus propuestas de teatro clásico, nos queda la certeza de que los clásicos siguen vivos aun con corazón “de madera” y que la literatura, en íntima cohabitación con el teatro, nos muestra el sendero por el que avanzar en el horizonte de la cultura. La compañía, que precisamente celebra en estas fechas su 40 aniversario volviendo a representar este QUIJOTE que hemos disfrutado en Jaén, lleva en su repertorio títulos como La Celestina, Hamlet, Edipo y otros clásicos con los que ha alcanzado premios en distintos certámenes incluyendo el Max, los Arts Escéniques Valencianes o el del Festival de Sagunt.
Como en otras ocasiones no queda sino felicitar a La Paca por sus iniciativas con este tipo de obras de formato pequeño que, quizá, no serían acogidas del mismo modo en otro tipo de espacios escénicos.
De hecho, este nuevo ciclo de Teatro Clásico nos ha ofrecido ya -y con gran éxito- una adaptación del MIO CID (Teatro del Finikito) o FRANCISCA, una aproximación a la historia de Francisca de Pedraza, la primera mujer que consiguió una sentencia favorable por violencia de género allá por el siglo XVII en un montaje de Producciones 099 llegada desde el Festival de Almagro y a la que dediqué una semblanza en otro de mis artículos en Diario JAÉN.
Siempre hay vida detrás de un telón. Quizá es la nuestra…