miércoles, 4 de diciembre de 2024

MARTIRIOS DOMÉSTICOS. Una exposición con Inteligencia Artificial en Salala Paca.

 Mi pequeña crónica, publicada en DIARIO JAÉN, sobre la exposición que se presenta en Salala Paca.

Martirios domésticos: Una IA interactiva.



¿Es la Inteligencia Artificial un peligro para el arte, para la cultura, para la inteligencia HUMANA? Preguntas estas, sin duda, que abren, o inciden, en ese universo que se nos antoja proceloso y oscuro y ante el que no siempre tenemos los instrumentos adecuados para su comprensión, uso y ¿disfrute?
Las posturas, como en todos los casos en que nos “invade” algo distinto, novedoso, que nos descoloca en todos y cada uno de nuestros establecidos y rígidos cánones, son distintas, divergentes, enfrentadas y, en el mejor de los casos, simplemente opuestas.
Es obvia la desconfianza que genera un método que puede sobrepasarnos e, incluso, suplantarnos. No obstante, su uso puede “domesticarse” y transformarse en herramienta útil en muy distintos campos siempre que nos pongamos de acuerdo en una serie de normas y directrices que permitan conjugar sus aportes con las directrices de quienes aplicamos esa “IA” en nuestras acciones y propuestas bien sean educativas, culturales o sociales.
Como colofón del ciclo EN FEMENINO organizado por el equipo de Salala Paca, la creadora, artista plástica y docente Esther Gámez Blánquez ha presentado la exposición interactiva “MARTIRIOS DOMÉSTICOS” en la que ofrece una serie de imágenes generadas por Inteligencia Artificial y en la que se invita a participar a través de una web diseñada al efecto a la que se accede con un QR allí disponible. Tanto público adulto como alumnos de distintos centros educativos han experimentado con las imágenes creando un “universo” irreal pero cercano en el que se plasman esas sensaciones que el lema de la exposición suscita en los participantes. El subtítulo de la propuesta, “Mujer, hogar y publicidad” ya nos impulsa a sumergirnos en los, a veces, difíciles roles desempeñados, impuestos o asumidos por las mujeres en ese tema que se les ha supuesto siempre como ligado a su propia naturaleza: el hogar, la casa y el cuidado de los hijos y marido.
Jugando tanto con las ideas previas, prejuicios, etc. como con lo que la propia experiencia puede sugerir, las imágenes presentadas por la artista y las generadas por el público muestran un horizonte que, a pesar de parecer onírico, inyecta en la mirada, conciencia y sentido de quien las observa e incluso de quien da las “instrucciones” al sistema, es absolutamente inquietante. Realidades paralelas por las que, sin embargo, podríamos pasear cotidianamente, se nos aparecen distorsionadas en parte, pero claramente identificables y ligadas a ese martirio a que hace referencia el título de la exposición.
Mujeres que luchan en una batalla de la que, en ocasiones, no son conscientes o asumen como inherente a su condición. Mujeres que, incluso en actitudes reconocibles, “posan” con un rictus subyacente que las hace víctimas a la vez que, se diría, son dueñas de una situación en la que las hemos incluido provocando su reacción y la nuestra.
Un recorrido por las obras expuestas genera cierta zozobra en tanto en cuanto reconocemos lo que vemos y sabemos que responde a nuestra instrucción a la IA pero, también, nos atemoriza descubrirnos tras el sistema como inductores que proyectan en la imagen sus propias inquietudes, sus “monstruos” hacia, por y para esas mujeres que nos miran a través de las pantallas o expuestas en la pared.
Esther Gámez nos permite estar de un lado y del otro. Ser espectador y artífice. Diseñador y corrector todo a un tiempo mientras alienta nuestro espíritu creador con el visionado de un documental con distintos spots publicitarios que nos retrotraen a imágenes que hoy nos escandalizan pero que han sido, y en muchas ocasiones siguen siendo, señal y guía del trato recibido por la mujer a lo largo de los años en cuanto a su relación con el hogar y su trabajo en el mismo. Un ameno y clarificador dialogo sobre esta recopilación publicitaria ha constituido una parte importante del acto de presentación de la propuesta en la que los asistentes han reconstituido y traído a la luz, a base de sus propios recuerdos, el panorama en el que vivieron las generaciones anteriores de mujeres incluso de sus propias familias.
Por una vez la IA parece jugar a nuestro favor como elemento creativo al que tenemos que inyectar datos y propuestas que solo responden a nuestra idea y no a la del sistema o, al menos, somos nosotros quienes lo manejan con ánimo creativo y sin vislumbrar ninguna de esas opciones “oscuras” que se tiende a adjudicarle.
Esther Gámez, profesora en la Escuela de Arte José Nogué, ha expuesto sus obras en múltiples galerías y centros culturales de Andalucía, Zaragoza y Madrid sin olvidar sus exposiciones en Jaén en el Archivo Histórico, la Diputación Provincial, el Castillo de Santa Catalina, el Museo de Bellas Artes, el Colegio de Arquitectos o salas como la de La General, Fausto Olivares o Malevaje.
Una vez más es de agradecer el esfuerzo del equipo de La Paca, comandado por Carmen Gámez , en ofrecer un amplio abanico de propuestas que completan el círculo de la cultura con el teatro, la pintura, el arte y distintas mesas de dialogo y encuentros con autores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario