Mi artículo en DIARIO JAÉN ayer jueves.
Bienvenido a mi buhardilla. Una ventana abierta siempre a eso que piensas, que sueñas, que deseas. Ideas, reflexiones, artículos de prensa (especialmente de DIARIO JAÉN)...
viernes, 29 de noviembre de 2024
FRANCISCA DE PEDRAZA, UNA PIONERA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL SIGLO XVII
domingo, 17 de noviembre de 2024
¡NO MUERAS, BIBLIOTECA!
Hace algunos días se celebró el Día de la Biblioteca aunque poca "algarabía" creó la efeméride en los medios. Ayer sábado, en mi columna de Opinión en DIARIO JAÉN, la "Biblio" era la prota absoluta.
viernes, 15 de noviembre de 2024
"MIQUIÑO MÍO DEL ALMA" (GALDÓS ENAMORADO)
Se asomaba este pasado jueves a DIARIO JAÉN mi artículo sobre Galdós y Emilia Pardo Bazán al hilo del estreno de GALDÓS ENAMORADO. Os dejo el texto.
lunes, 11 de noviembre de 2024
¡Quiero ser TEATRO!
Me acabo de dar cuenta. Quiero estar ahí arriba. Ese es mi sitio. O lo será. Quiero mirar frente a frente a las butacas, oír respirar a quienes las ocupan, saber que están observándome, atentos a un texto que les traslada emoción. Quiero pisar las tablas y escuchar el leve crujido que las hace gritar en silencio tras tantos años sirviendo de balcón hacia dentro y hacia fuera. El escenario es algo más que un cubículo de solo tres paredes. Tiene una cuarta que, dicen, es de cristal transparente pero que, a veces, se vuelve translúcido y otras opaco. Es el ojo del espectador quien lo transforma a su libre albedrío, a golpe de sus propias vivencias, de su forma de ser y de entender lo que le rodea. Un texto, una dramaturgia, un poema escénico lo es en tanto en cuanto despierta el alma apagada de quien se acerca a sentirlo, disfrutarlo, sufrirlo, digerirlo. Y yo quiero ser quien provoque todo eso en la mirada, el latido, la respiración de quién llega ante mi y toma asiento dispuesto a vivir a mi través durante los minutos que van desde que el telón se levanta hasta que vuelve a caer. Ese tiempo no me pertenece a mi ni a ellos. Es el tiempo del teatro, de esa realidad alternativa, distinta, imaginada, que solo ahí funciona, solo ahí existe. Yo quiero ser teatro. Y os invito a verme, a haceros uno conmigo, a dejar que vuestro propio telón se levante y os deje ser otro. ¿No quieres ser tú también teatro?
Entre tumbas anda "el juego" (Noches de Santos y Difuntos)
Como todos los SANTOS tienen octava -ya lo dice el refranero popular- ayer domingo se hacía eco DIARIO JAÉN de mi artículo ENTRE TUMBAS ANDA "EL JUEGO" en relación con las noches de Santos y de Difuntos que hemos vivido no hace demasiado.
sábado, 9 de noviembre de 2024
ENTRE BARRO Y LODO
¿Cómo ha sido posible? ¿Dónde está mi casa? ¿Mis libros? Menos mal que mis padres y mi hermana pequeña están bien. Ella no ha querido salir. Está muy asustada y mi madre la consuela a todas horas. No tenemos casi nada para comer. Mi padre está ahí detrás quitando barro, sacando algunos muebles, intentando que parezca que tras el trabajo vendrá la normalidad pero creo que no será así.
MUJERES OLVIDADAS POR LA CIENCIA (Y POR LA HISTORIA)
INSTALADOS EN EL VÉRTIGO
MI columna de Opinión en DIARIO JAÉN, ayer viernes, nos dejaba frente a ese vértigo que nos hace formar parte de una historia a la que no siempre comprendemos ni apoyamos y en la que, sin embargo, estamos "instalados" sin que en ocasiones tomemos conciencia de ello. Gracias a ese gen perdido que nos hace humanos sí que hay momentos en que, sencillamente, lo somos.
Se diría que es una perogrullada pensar que vivimos inmersos en eso que llamamos “la Historia”, así con mayúscula, es decir, que estamos dentro de esa rueda en la que se suceden procesos, transformaciones o “adelantos” a los que no podemos sustraernos.
Sin embargo, tal y como afirmaba Leonardo Padura en un artículo reciente, tomar conciencia de ese lugar en la Historia no es algo que nos haya acompañado siempre a la Humanidad. Según su apreciación, no fue hasta finales del XVIII o principios del XIX cuando realmente nos topamos con esa sensación de estar en mitad de las transformaciones de la sociedad.
Nuestros ancestros, quizá por su esperanza de vida o por la lentitud del movimiento de los procesos históricos, vivían su parcela más o menos individual del tiempo que les tocó con muy pocos cambios. Quizá una guerra o algún desastre natural eran los acontecimientos más llamativos que podían sugerir nuevas opciones sociales. Sin embargo, ya en el XVIII, ciertos grupos humanos vivieron la creación de los Estados Unidos a partir de las antiguas colonias o, por citar un ejemplo casi universal, la Revolución Francesa que hizo tambalear los hasta entonces sólidos cimientos no solo del país y que en menos de cincuenta años atravesó todos los estamentos conocidos para instaurar nuevos horizontes. Alguien nacido unos años antes de 1789 pudo conocer el derrocamiento de la monarquía, la Convención, el Directorio, el Imperio, la Restauración y nuevos impulsos revolucionarios. Y todo ello tuvo que influir en su forma de verse dentro de esa explosión histórica de consecuencias imparables. Afirma Padura que, no solo aquellos ciudadanos adquirieron esa percepción del transcurso -en vivo- de la Historia, sino que también alcanzaron la noción de su responsabilidad social en relación con ese avance.
El tiempo, como bien sabemos, avanza a velocidades casi insoportables y es capaz de dejarnos aparcados a la orilla de la Historia sin que para ello tengamos que esforzarnos demasiado. La rapidez con la que se desarrollan los cambios actualmente a nuestro alrededor puede chocar con nuestra capacidad de comprensión y obligarnos a tratar de abrirnos hacia posibilidades que no habíamos considerado antes. Pensemos en España y echemos una mirada al pasado cercano. Una dictadura de muchos años devino en la Transición, ya con mayúscula también, y luego en una democracia consolidada. Un cambio que, en sus inicios, produjo dudas y sentimientos encontrados no por la nostalgia de lo ya terminado sino por la inquietud de lo que había de llegar. Y ahí estábamos, sabiéndonos en pequeña o gran medida como protagonistas, quizá en papeles secundarios, pero anclados con fuerza al impulso de avanzar.
Vivimos en la Historia y podemos
sentirla, comentarla y aplicar el bálsamo de los errores asumidos para no
repetirlos a pesar de que siempre existen quienes colocan obstáculos en uno y
otro sentido. Alrededor nos rodearon grandes “titulares”: dos guerras mundiales
que acabaron redistribuyendo fronteras y levantando muros y algo más allá, al
este, vimos florecer el tiempo comunista en Rusia para luego verlo caer
arrastrando a todos los satélites que le circundaban. Siguió otra paz cogida
con alfileres a la que llamamos, para variar, “guerra fría” y a ella se le
sumaron sin apenas intermedio otras en los Balcanes o revoluciones islámicas
que todavía producen cierto escalofrío. Todo ha sucedido en un periodo tan
corto que permite que la misma persona lo haya vivido todo. No podemos
desprendernos, como nuestros antepasados, de la capa que nos hace ser y estar
en un momento determinado ya que esos momentos, en la actualidad, son de tal
magnitud que nos arrastran, nos recolocan o nos impulsan de modos inimaginables
tiempo atrás.
Vivimos instalados en el vértigo
de la Historia. Intuimos, ¿sufrimos?, cambios y dudamos sin nos llevarán en la
dirección correcta o en la contraria. Quizá haya que buscar la respuesta en la
Inteligencia artificial que es, ya, un nuevo vértigo al que controlar.
martes, 5 de noviembre de 2024
MUJER, MINERÍA Y DESGARRO. FÉMINAS, un documental de LUISJE MOYANO.
Recogía ayer Diario JAÉN mi crónica del estreno de FÉMINAS en la Salala Paca presentado por Carmen Gámez y con la asistencia del director, Luisje Moyano, el guionista Raúl Cueto y algunas de las actrices del corto PESTIÑOS que completó la velada. Os dejo el texto.