Muchas veces he comentado en este "territorio virtual" nuestras escapadas a Madrid a disfrutar del teatro en vena. Y uno de nuestros destinos suelen ser los escenarios recoletos. Por citar algunos, la sala Lola Membrives del Lara, la Margarita Xirgu del Teatro Español, la Cuarta Pared, el Estudio 2 de Manuel Galiana, el Teatro del Barrio, la Sanpol, las salas de los Luchana o la Sala de la Princesa del María Guerrero por no hacer una lista demasiado prolija. Ahora, en la efervescente zona de nuestro Bulevar jaenero tenemos algo muy similar con el añadido de la historia que ha llevado hasta aquí a la Salala Paca. Si, el "Teatro del Bulevar". Ahí podemos sentir todo lo que conlleva extender la mano y la mirada y darse de bruces con la actriz, con el actor, con el foco que los acompaña, con el sonido de sus pasos sobre el escenario...
Ahí está el encanto del teatro que parece realizado para el espectador que lo disfruta pero como si todo fuera única y exclusivamente para él, para ella.
Compañías pequeñas, de la tierra o del universo teatral, se dan cita tras el telón rojo -como debe ser- y nos dejan atisbar sus almas mientras dan vida a mil y un personajes que nos van "pillando" en cada una de sus actuaciones.
El mural de la fachada ya da una pista. O muchas.
Gracias a Carmen Gámez y a Tomás Afán por dejarnos formar parte de lo que significa, de verdad, el teatro.
Seguiremos.
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